Alexander Graham Bell, el inventor escocés que patentó el teléfono, no era un fanático de la multitarea.
De hecho, creía que la verdadera creatividad provenía de una concentración total en el tema bajo consideración y que cualquier distracción solo nos alejaría de nuestros objetivos.
Y, hasta hace poco, la investigación psicológica parecía estar de acuerdo.
Sin embargo, nuevos estudios cuestionan ahora estas suposiciones, al menos en lo referente a tareas creativas.
Así, cuando se trata de encontrar nuevas ideas, un enfoque estricto puede ser contraproducente, y una distracción en realidad puede aumentar las posibilidades de encontrar una solución verdaderamente novedosa al problema.
Estos beneficios dependen del hecho de que nuestras mentes a menudo se quedan estancadas, lo que significa que dedicamos demasiado tiempo a concentrarnos en las primeras ideas en las que pensamos, en lugar de generar soluciones nuevas.
Este fenómeno se conoce como fijación cognitiva y muchos psicólogos ahora lo consideran la principal barrera para la creatividad.
Para saber si el trabajo multitarea puede ayudarnos a salir de esa rutina, Jackson Lu y un equipo de la Columbia Business School utilizaron una prueba de laboratorio común sobre creatividad.
Los participantes tenían que pensar en tantos usos como fuera posible para un objeto cotidiano, como un tazón de cocina, dentro de un período de tiempo fijo. (Una respuesta válida podría ser usar el tazón como un sombrero para protegerse el cabello de la lluvia, por ejemplo).
Los participantes tuvieron que completar la tarea dos veces y encontrar usos alternativos para un ladrillo y un palillo de dientes.
La única diferencia era que mientras a algunos se les pedía que lo hicieran en bloques, enumerando todos los usos del ladrillo primero antes de prestar toda su atención al palillo de dientes, a otros se les decía que alternaran entre las dos tareas.
De acuerdo con el punto de vista de Bell de que la concentración es la clave de la creatividad, era de esperar que el primer grupo tuviera un mejor rendimiento, pero esto no fue lo que encontraron los investigadores.
“Si bien podrían haber sentido que estaban en una buena racha, la realidad era que sin los descansos permitidos por el cambio continuo de tareas, su progreso real era limitado”, explica Lu.
Desde la gran cantidad de ideas que produjeron hasta la novedad de las ideas (evaluadas por jueces independientes), los multitarea se desempeñaron mejor.
Para reforzar estas pruebas, los investigadores realizaron luego un ejercicio de pensamiento convergente en en que se le dan a los participantes tres palabras (como “camino”, “misión” y “dejar”) y deben pensar en otra palabra que las enlace.
Este ejercicio está destinado a medir su capacidad para encontrar las asociaciones entre conceptos aparentemente desconectados y, a diferencia de la “tarea de usos alternativos”, busca una respuesta única.
Una vez más, se pidió a algunos participantes que consideraran dos problemas simultáneamente y alternaran su atención entre los dos, mientras que a otros se les dijo que los abordasen en secuencia.
Y los resultados fueron aún más sorprendentes que los del primer experimento: el 51% de los multitarea resolvió ambos problemas en comparación con solo el 14% de aquellos que los examinaron secuencialmente, un resultado más de tres veces menor.
Tal vez uno de los mayores beneficios identificados por la investigación es el relativo al trabajo en equipo.
Cuando se opera de esta forma, además de enfrentar la fijación cognitiva de cada miembro individual, el grupo, como un todo, se distrae generalmente con la idea de una persona, en lugar de pensar sobre las ideas de los otros miembros del equipo.
El resultado fue que los equipos que trabajan juntos a menudo producen menos ideas que si sus integrantes trabajaran de forma independiente.
“Hay muchos hallazgos que demuestran que trabajar en equipo no es muy eficiente“, dice Ut Na Sio, de la Universidad de Educación de Hong Kong.
En su trabajo con colegas de la Universidad Carnegie Mellon, Sio demostró que obligar a grupos de estudiantes a realizar tareas múltiples -alternando entre dos problemas- puede romper esa dinámica.
Sus estudios demuestran que esta técnica conduce a soluciones más creativas, incluidas estrategias para aumentar la actividad física de los estudiantes o medidas para mejorar los accesos para personas con discapacidad.
Los beneficios de esa forma de trabajar parecían crecer con el tiempo, por lo que cuantas más horas emplearan los estudiantes en un tema, más ventajoso resultaba cambiar de tarea.
“Cuando trabajas en grupo y sigues escuchando esas ideas típicas, eso aumenta la fijación. Pero cambiar de una tarea a otra puede ayudarte a olvidar esas ideas típicas, lo que significa que cuando vuelvas al problema, será más probable que pienses en algo nuevo”, afirma Sio.
No se necesita demasiada imaginación para pensar en los beneficios potenciales de estos hallazgos.
Si estás sudando tinta pensando en un título creativo para tu proyecto o el nombre de un nuevo producto, por ejemplo, un planteamiento posible es que lo mejor sería dedicarle una cantidad de tiempo determinada a la reflexión.
Pero esta investigación sugiere que es mejor tener un bloc de notas al lado de tu computadora y, de vez en cuando, anotar una solución nueva mientras sigues trabajando en otra tarea.
O supongamos que eres un aspirante a novelista y buscas un tema para tu historia.
De acuerdo con estos hallazgos, es mejor elegir dos y desarrollarlos simultáneamente, en lugar de sumergirte en uno solo.
Desde un punto de vista simplista, esta investigación puede ser una excusa más para detenerse y descansar.
“Cuando trabajes en tareas para las que el pensamiento creativo es beneficioso, introduce de forma consciente descansos que te ayuden a refrescar tu concentración“, aconseja Lu.
Curiosamente, Lu descubrió que, cuando a la mayoría de las personas se les pregunta sobre cómo alimentarían su propia creatividad, opinan que la clave está en la concentración.
Naturalmente, siguiendo la idea de Graham Bell, muchas personas tratan de aumentar su concentración cuando se enfrentan a una tarea creativa importante.
Sin embargo, en un momento en el que el trabajo multitareas es algo cotidiano, no nos debería costar demasiado esfuerzo para que nuestras mentes se liberen al tiempo que abordamos problemas complejos.