Un centenar de empleados de Microsoft dice que “se niega a ser cómplice” de la política de tolerancia cero sobre inmigración del presidente estadounidense Donald Trump.
En una carta abierta pidieron al gigante tecnológico que deje de ofrecer sus servicios a la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos después de que arreciaran las críticas por la separación de menores de sus familias en la frontera con México.
La carta fue publicada primero de forma interna y ahora la recoge el New York Times.
“Creemos que Microsoft debe adoptar una posición ética y poner a los niños y las familias por encima de los beneficios”, dice la misiva que también califica la política de “inhumana”.
En un extracto que se puede ver en la cabecera estadounidense también se lee:
“Como personas que construimos las tecnologías de las que Microsoft se beneficia, nos negamos a ser cómplices. Somos parte de un movimiento en crecimiento, compuesto por muchos dentro de la industria que reconocen la grave responsabilidad que tienen quienes crean una tecnología poderosa y que quieren asegurarse que de que lo que construyen se use para hacer el bien, y no para hacer el mal”.
Microsoft ha dicho que su software no se estaba usando para “proyectos relacionados con la separación de niños de sus familias en la frontera”.
En un comunicado publicado antes incluso de que apareciera el documento de los empelados en en el diario, la compañía se defendió.
“Microsoft está consternado por la separación forzada de niños de sus familias en la frontera. La unificación familiar ha sido un principio fundamental de la política y la ley estadounidense desde el final de la Segunda Guerra Mundial”.
Lo que ha llevado al personal de la empresa de Bill Gates a escribir y firmar esta carta es un contrato millonario (US$ 19,4 millones) que la firma mantiene con la agencia de Inmigración, Aduanas y Control de Estados Unidos, conocida como ICE.
Se trata de una plataforma de computación que opera en la nube y que se llama Azure. De acuerdo con una información facilitada por la propia empresa el pasado mes de enero lo que hace es asegurarse que la recopilación de datos se hace de forma “segura y cumple la ley”.
“Estamos orgullosos de apoyar este trabajo con nuestra nube de misión crítica”, puede leerse en este post de la multinacional.
Los empleados de Microsoft no han sido los únicos en mostrarse contrarios a la actuación de la administración Trump con los inmigrantes en la frontera. Este martes algunos de los principales ejecutivos de Silicon Valley se posicionaron sobre el tema.
“Las historias e imágenes de familias separadas en la frontera son desgarradoras”, escribió Sundar Pichai, director ejecutivo de Google, en Twitter.
El jefe de Apple, Tim Cook, habló después de un evento al que acudió en Irlanda y declaró al diario Irish Times que la situación era “inhumana”.
“Es desgarrador ver las imágenes y escuchar los sonidos de los niños. Son las personas más vulnerables de cualquier sociedad. Creo que lo que está sucediendo es inhumano, debe detenerse”.
Mark Zuckerberg, de Facebook, también se mostró contrario: “Necesitamos detener esta política de inmediato”.
Otras condenas han venido de los jefes en AirBnB, Twilio y Box.
En algunas de estas plataformas incluso se ha empezado a recaudar dinero para ayudar a las familias migrantes.
En Facebook, hasta este martes se habían conseguido US$6 millones, con miles de dólares sumándose a la hora. Es la cantidad más grande que jamás se haya generado en la plataforma.
Hace poco tiempo otra rebelión de, en esta ocasión los empleados de Google, consiguió que el buscador abandonase un contrato con el Departamento de Defensa de Estados Unidos para quien diseñaba un software para intentar mejorar la precisión de los ataques con drones.
En este caso varios empleados de Google renunciaron y miles más firmaron una petición contra el proyecto, conocido como Maven ya que temían que se hiciera uso de la inteligencia artificial para matar a personas.