Las estadísticas dicen que cada vez cambiamos más rápido de teléfono móvil, a pesar de que los precios cada vez son más altos. Esta modificación en los hábitos de consumo ha provocado que en los cajones de la casa ya sea habitual encontrarse con un smartphone sin utilizar, es decir, cogiendo polvo hasta que alguien se dé cuenta. Si padeces uno de estos casos, te traemos cinco usos que le puedes dar a un viejo teléfono que ya no utilizas.
El primer uso es uno muy habitual: para jugar a videojuegos. Suele ser bastante común –nosotros lo hacemos, por ejemplo- que el viejo smartphone se utilice para meter esos juegos que gustan, pero que no quieres tener en tu teléfono actual para que no ocupen memoria, batería, etc. Básicamente, sería utilizar un dispositivo única y exclusivamente para jugar. Tener un smartphone como pequeña consola portátil improvisada.
Como es lógico, también depende de la antigüedad del mismo, ya que es probable que algunos juegos no pueda ejecutarlos. No obstante, y en caso de que sí pueda correrlos, nuestro consejo es que se apueste por este uso.
“Me tengo que comprar un GPS”. Para. Detente. Espera un minuto. ¿Estás seguro de que te hace falta? ¿Y ese maravilloso smartphone que tienes en el cajón? A veces se nos olvida que los teléfonos móviles son también GPS, y todo gracias al avance imparable de servicios como Google Maps.
“Pero es que necesito conexión a Internet”. Error. La aplicación de Google permite descargar mapas para usarlos posteriormente cuando no existe conexión disponible. Por tanto, adiós al problema principal.
Este uso ya lo hemos comentado en un post independiente: puedes convertir tu viejo teléfono en una cámara de vigilancia. Hay multitud de aplicaciones para lograr este cometido, por lo que la tarea se simplifica.
¿Tienes niños, sobrinos o pequeños a tu alrededor que ya quieren un teléfono móvil? Dejarles el viejo smartphone puede ser el mejor consejo posible, ya que en caso de que se rompiera, al menos estaría ocurriendo con un dispositivo que ya no se iba a usar más.
Nuestro único consejo en este caso es que tengas cuidado si lo tienes conectado a una red WiFi, es decir, tendrá acceso a Internet (con todo lo que conlleva). Si eso no te preocupa, al menos activa la protección parental para evitar posibles sustos.
El último uso es el “menos uso”: regálalo o véndelo. Muchas escuelas, asociaciones, grupos, etc., necesitan teléfonos móviles para la gente más desfavorecida. Puedes donarlos a estas organizaciones para que se utilicen. Así mismo, y en caso de que consideraras que este smartphone tuviera todavía un valor de mercado alto, puedes venderlo en alguna tienda de segunda mano o en una página web dedicada a ello.
Recuerda, eso sí, que en ambos casos el teléfono móvil debe ir con los ajustes de fábrica, es decir, sin ningún dato en su interior.
