“Bienvenida a América”, dice la frase en la más reciente portada de la revista Time.
Pero no es esa cita de supuesto amable recibimiento la que importa. Es el montaje fotográfico que la acompaña y lo que dice de la crisis de las familias inmigrantes detenidas en la frontera y muchas de ellas separadas de sus hijos.
La influyente publicación estadounidense tomó la foto que se volvió viral de una niña hondureña llorando al estar momentáneamente separada de su madre y la montó con una imponente imagen de un Donald Trump mirándola impasible.
La portada es impactante y ya ha generado numerosos comentarios en las redes sociales tanto a favor como en contra de la revista.
La foto de la niña de dos años fue tomada por el periodista visual John Moore, corresponsal especial de Getty Images, que captó su llanto desconsolado mientras mira entre sollozos al agente que ha detenido a su madre y le ha pedido la identificación.
Esa imagen se hizo viral y sirvió para que arreciaran las críticas a la política migratoria impuesta por el presidente Trump.
Sin embargo, Denis Varela, el padre de la pequeña dijo a la agencia de noticias Reuters que la pequeña no había sido separada de su madre.
“Mi hija se ha convertido en símbolo de la separación de niños en la frontera con Estados Unidos” agregó el hombre desde Honduras, donde reside.
Después de que se conoció la portada de Times también surgieron los comentarios de quienes apoyan las medidas de “cero tolerancia” de Washington contra indocumentados, asegurando que la foto era falsa.
John Moore, ganador del premio Pulitzer, lleva años fotografiando el drama de los inmigrantes que intentan cruzar la frontera hacia EE.UU.
En conversación con BBC Mundo, aseguró que había hablado brevemente con la madre que llevaba la niña en sus brazos.
“Me contó que habían llegado desde Honduras y que llevaba viajando un mes entero con su hija de dos años”, explicó. “Sé que la ansiedad por separación es común en niños de esa edad. Este caso me hizo ver esa situación llevada al extremo”.
La imagen de la niña, con su cara levantada y desgarradora mirada de ansiedad, fue aislada y superpuesta sobre un fondo rojo por los ilustradores de Time.
Igual hicieron con una foto de Donald Trump que, con su cabeza ligeramente agachada, ocupa el margen derecho de la portada.
La escena completa, entonces, tiene a una vulnerable pequeña rogándole a un corpulento presidente que la mira indiferente, físicamente bloqueándole la entrada.
Muchos elogiaron a Time por lo que consideraron un mensaje acertado sobre la crisis desatada por la política de separación de familias inmigrantes, que el presidente finalmente revocó hace unos días.
Pero también hubo una fuerte respuesta de los adeptos de Trump que reaccionaron contra Time por haber hecho un montaje de las fotos que, en su opinión, es equivalente a “otra noticia falsa”.
Los más ingeniosos se dieron a replicar la portada con sus propios memes, algunos aludiendo a que los actuales problemas migratorios son un legado del pasado presidente Barack Obama.
Por su parte, Donald Trump se jacta —incorrectamente— de ser el personaje que más ha aparecido en las portadas de Time y las despliega enmarcadas en las paredes de sus clubes y otras propiedades.