El Embarcadero Cuemanco (Delegación Xochimilco) se viste de gala para celebrar el XXIV aniversario de la puesta en escena de
“La Llorona”, basada en una de las leyendas con mayor arraigo dentro de la cultura mexicana. Un espectáculo en el que el escenario
natural de sus canales y chinampas, se convierte en protagonista, se establece como el lugar indicado para su representación, y que al
mismo tiempo, lo define como único en el mundo.
El espectáculo de La Llorona, surge hace 24 años, en 1993, con el objetivo de difundir la riqueza natural de Xochimilco y contribuir
al rescate y preservación de la integridad cultural, artística e histórica de nuestra identidad nacional, mediante diferentes expresiones
artísticas como la música, el teatro y la danza. El trabajo en conjunto de éstas disciplinas busca hacer conciencia para el rescate de
Xochimilco, nombrado “Patrimonio Cultural de la Humanidad” en 1987 por la UNESCO, y más tarde, en 2011, incorporado a la
Asociación Mexicana de Ciudades Patrimonio.
Los objetivos que se pretenden alcanzar con esta propuesta son: difundir el gusto por las leyendas; valorar y conservar nuestro entorno
natural nuestras tradiciones; impulsar la investigación histórica de nuestra región; que más personas visiten el embarcadero y
encuentren una oferta turística rica en cultura, arte y tradición en medio de un lugar incomparable, es decir, las chinampas y canales
de Xochimilco en un ambiente nocturno.
En sus principios tras la reunión de agricultores, chinamperos, remeros de trajineras y gente de la propia comunidad, surge la
iniciativa para desarrollar un proyecto, cuya meta era la de ofrecer un espectáculo multidisciplinario que integrase música, teatro y
danza; que resaltara los valores y cultura que ellos como Xochimilcas heredaron de sus antecesores; que ofreciera la oportunidad de
realizar un paseo en Trajinera, por los canales de Cuemanco, dentro de un espacio natural, en donde la convivencia en familia y entre
familias fomentara los lazos fraternos que nos unen como mexicanos. Convivencia y transmisión de valores que se dan, a partir de que
la butaca no es otra que la misma trajinera en la que realizan dicho recorrido, y en ocasiones se comparte con más de una familia,
permitiendo así, conocer, respetar y convivir con otras personas en plena armonía.
Al ser el referente más importante de lo que aún se conserva de la zona lacustre de la Cuenca de México, Xochimilco es el lugar ideal
para la realización de este espectáculo; un sitio donde sus habitantes se resisten a dejar morir su cultura, sus tradiciones, creencias y
celebraciones. Caso particular ocupa el Día de Muertos, fecha en la que la comunidad participa, con la colocación de las ofrendas en
las casas; la visita a los panteones para velar a sus familiares, y la tradicional “calavereada”, en la que chicos y grandes van de casa en
casa pidiendo “calaverita”. Es gracias a esa tenacidad para conservar las tradiciones, que dentro del marco de esta celebración, tan
importante para los mexicanos, el Embarcadero Cuemanco, de la mano de artistas de diversas disciplinas como música, teatro y
danza, así como de prestadores de servicios turísticos, y la comunidad, recibe a sus visitantes con esta puesta en escena, basada en la
tradicional leyenda de la Llorona.